En este post explicamos la repercusión que tiene en el precio de la gasolina y el gasoil el impuesto especial de hidrocarburos, así como otros gravámenes que se aplican, incluyendo el temporal que recae sobre las empresas energéticas. Sobre este además hay novedades, ya que podría extenderse más allá del periodo de 2023 y 2024 para el que fue aprobado inicialmente.
¿Qué es el impuesto de hidrocarburos?
El impuesto de hidrocarburos (IEH) es un gravamen especial que afecta a los productos de este tipo (con excepción del carbón y otros hidrocarburos sólidos) destinados a ser utilizados como combustible, ya sea para calefacción o vehículos.
Así, el impuesto de hidrocarburos afecta a gasolinas, querosenos, gasóleos, fuelóleos, gases licuados de petróleo (GLP) y gas natural. Pero también, incluso a biocarburantes y biocombustibles que se vayan a usar con los mismos fines.
¿Qué exenciones hay al impuesto de hidrocarburos?
El impuesto de hidrocarburos se aplica en la totalidad de la Península y Baleares, pero no en las Islas Canarias y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que quedan exentas.
Asimismo, actualmente hay previstas devoluciones parciales del impuesto en el caso del gasóleo de uso profesional, de las que se pueden beneficiar transportistas de mercancías, taxistas y agricultores (para los dos primeros bajo determinados baremos de consumo), quienes han de inscribirse en el censo de beneficiarios y vehículos para poder obtener esta devolución.
¿Cuánto suponen el impuesto de hidrocarburos y el resto de impuestos?
El impuesto de hidrocarburos tiene dos tramos, el estatal y el autonómico. El primero depende de los PGE del estado y lleva muchos años congelado. La cantidad correspondiente es de 0,472 € por litro de gasolina sin plomo de 95, y de 0,379 € por litro de gasóleo A.
Mientras que el que recaudan las comunidades está establecido en todas de manera invariable en 0.048 € por litro de combustible.
Al impuesto especial de hidrocarburos se añade otro impuesto indirecto como el IVA, con un tipo del 21%. Con ello, los diversos gravámenes sobre los combustibles supondrían respectivamente hasta el 43% del precio que se paga por la gasolina, y el 38% por ciento del que se abona por el diésel, tal y como refleja el siguiente gráfico:
Como se puede apreciar también en el gráfico, del total que pagan los conductores en las estaciones de servicio, tan solo el 42% corresponde al precio de la materia prima en el caso de la gasolina, y el 51% en el del diésel.
Aquí entrarían los costes de adquisición, para los que la referencia en toda la zona de la Unión Europea es la cotización del barril de Brent, que fluctúa en función de la oferta y la demanda, y que como sabemos resulta muy sensible a la conflictividad e inestabilidad internacionales. Pero también, hay que incluir los costes de refino de la materia prima en crudo, para que pueda ser apta para su utilización como combustible.
Después, entrarían ya en juego los costes de distribución, comercialización y márgenes con los que se quedan los distintos eslabones de la cadena, incluyendo las estaciones de servicio que surten directamente de combustible a los vehículos. Este porcentaje es el más pequeño de todos, ya que como se puede ver en el gráfico apenas totaliza el 15% para la gasolina y el 11% para el gasoil.
Otros impuestos: gravamen temporal a empresas energéticas
Al margen del Impuesto especial sobre hidrocarburos y el IVA, hay otra figura tributaria que si bien recae en las empresas energéticas, también puede repercutir de manera indirecta en el precio de los combustibles, al presionar sobre los márgenes de las compañías.
Hablamos del gravamen temporal para empresas energéticas aprobado para 2023 y 2024, que afecta a los principales operadores de carburantes, gas natural y GLP, al imponerles una tasa equivalente al 1,2% del importe neto de su cifra de negocio durante los años 2022 y 2023.
En principio, estaba previsto que este gravamen temporal se prorrogase al acabar el actual periodo de aplicación, de acuerdo a lo expresado en el programa acordado por los dos partidos que conforman el gobierno de coalición. Y efectivamente, tras algunas noticias contradictorias provenientes del propio Ministerio para la Transición Ecológica que indicaban la posibilidad de modularlo, al final se ha dispuesto su extensión a 2025, con incentivos especiales a la reinversión.
Esperamos haber clarificado cuánto suponen el impuesto de hidrocarburos y el resto de tributaciones en el totala del precio que se paga por la gasolina y el gasoil, una carga fiscal que como hemos podido apreciar se lleva un importante porcentaje del importe que abonan los conductores por los carburantes en las estaciones de servicio.